Gracias Tiziana!

¡Hola! como les comenté en la entrada anterior, Tizizana Busoni, de 3ª "A", me envió un relato suyo para compartirlo con ustedes.

Aprovecho esta oportunidad para invitarlos a todos a que hagan como Tiziana y compartan las cosas que escriben o que leen y les gustan, como frases, memes, fragmentos de libros. Lo que deseen.

En la página "Pequeñas Lecturas" de este blog hay nuevo material.

Aquí el relato de Tizizana

En ese instante en que noté una figura detrás de mí, el espejo comenzó a templar y rápidamente, sin dejarme respirar, se quebró en mi cara. Por esas cosas de la vida solo conseguí un leve movimiento en mi pelo. Ya que todos los vidrios automáticamente rodearon mi cara, como si pudieran sentir que me lastimaban.Entonces noto una presión en mi nuca, me doy vuelta y veo a los ojos curiosos de mi gato mirando cómo el piso está pintado con vidrio.Fui al baño a revivir, y me acosté en el sillón. Parece que me dormí porque amanecí en él aplastada por mi gato, lastimosamente me tuve que levantar y correrlo. Cuando estaba preparando el café los pedazos de espejo todavía regados en el piso, fui a juntarlos, pero me dio pena tirarlos y los guardé para un cuadro que estaba haciendo.En el “estudio” después de una hora logré terminar el dichoso cuadro con los espejos inclusive, me quedó bien, supongo, lo colgué en el living para acostumbrar a mis ojos y ver si tenía algún error que bloquée. Después de unos días notaba que ese cuadro siempre lograba atraer mi atención, una noche me acuerdo que abrí mis ojos y estaba enfrente a él, como si mi cuerpo se moviera solo, mi gato me miraba como “esta loca qué hace” y es verdad ¿qué hago?Estuve, así como un mes levantándome a media noche a observarlo, como buscando algo dentro de sus líneas. Hasta que un día al despertarme tuve una sensación caliente en mi mejilla, paso la mano y siento algo líquido, corro al baño y me veo toda la cara con rasguños, voy al living prendo la luz y veo los espejos del cuadro estampados en el piso, me acerco más al cuadro y no veo nada raro, es como que simplemente los espejos volaron a mí, como si se sintieran incómodos en ese cuerpo de acrílico aunque yo me aseguré de pegarlos bien pero las casualidades de la vida decidieron hacerle caso a los vidrios y sacarlos de un golpe de ese lugar sustituto de un cuerpo roto.

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