A escribir y divertirnos!
En estos espacios de participación y aportes creativos, hoy les dejo una imagen para que les sirva de inspiración para escribir un pequeño relato.
Dejen sus creaciones en los comentarios de esta entrada para que todos podamos disfrutarlos.
¿Qué historia les sugiere esta escena?
Espero leer muchos relatos!
Nos muestra a una sujeto, corriendo o escapando de algo que lo persigue desde atrás (al menos ese es el angulo de la foto), u otro pensamiento seria que esta corriendo para no llegar tarde a algún lugar o porque va en busca de algo.
ResponderBorrarGracias por participar Mauro!
BorrarBuen día! Dejo la historia que escribió Candela Collins , de 3° B. Gracias Cande!!
ResponderBorrar30 de junio 10:00am. Se anuncia por los medios de comunicación que la cuarentena llegó a su fin, y que éramos libres de circulación
Martin al oír esto se enloquece por ir a ver a sus abuelos que hace meses no los podía ver, sale corriendo de su departamento y corre solo 6 cuadras, tenía a sus abuelos a pocas calles, pero debido al virus no podía salir ni a pasear a su perro.
Día soleado, un día perfecto para decirle chau a la cuarentena y a este virus que había destruido casi todo el mundo
Martín al llegar a lo de sus abuelos se alegra de verlos con buena salud, los abraza y promete no dejarlos solos nunca más.
corriendo directamente a los rayos del sol por el miedo que la oscura ciudad me devore tan rápido que no pueda soltar el último grito de mi garganta, sin tener el valor de darme la vuelta, sigo corriendo con todas mis fuerzas, pero siento como mis piernas empiezan a fallarme. No quiero, pero para nada quiero estar solo en este cuadro frío y sin vida que va echando tan bruscamente mi iluminado camino, el sol. siento como por mis ojos empiezan a salir lágrimas como estrellas fugaces que nadie ve, por el siempre hecho de darles la espalda para llegar lo mas rápido posible a sus calidos brazos.
ResponderBorrarlo raro de esto es que siento que las sombras que me rodean me van dejando paso, como si pudieran meterse en mi cabeza y ver lo que siento; esto me da aun mas miedo de que si no llego a el, me transforme en esas amorfas figuras andantes.
Muy buen relato!! Gracias por compartirlo. ¿Querés compartir tu nombre? Gracias!
Borrarestoy sentada en las escaleras de mi casa q dan a la calle, me siento destruida, no puedo respirar me falta el aire y nose xq ni q hacer, nadie se da cuenta de q estoy aquí, parezco invisible, tengo miedo de no tener a alguien en mi vida, tengo miedo de perderme en la nada, pareciera q no existo, pero en un momento un chico llega me mira y me pregunta q me pasa, yo le respondo q nose y que nose q hacer y él me agarra de la mano y me dice "ven conmigo yo lo voy a arreglar" me levanta y sale corriendo hacia el atardecer mientras dice "vamos corre todavía hay tiempo" yo no entendía para q habia tiempo, pero lo segui igual. Corríamos por el medio de la calle él iba adelante. hasta q llegamos a la playa y el me dijo "ven veamos el atardecer", nos sentamos en la playa y lo vimos hasta q el sol se escondió luego de esos el me dijo "ves te dije q podia arreglarlo" y me sonrió.
ResponderBorrarMuy bien Pilar!! Buena historia. Gracias por participar!
BorrarHoy, era un dia como cualquier otro, de este interminable domingo. De esos que no tienes ganas de nisiquiera, levantarte de la comodidad de tu cama. Este tiempo de aislamiento me a ayudado a pensar que, todos somos un ser social. Necesitamos el continuo cariño de la gente que nos rodea, sin ellos no somos nada, no sentimos nada y no somos parte de nada. Si no podemos estar con los nuestros ¿que sentido tiene la vida? Esa es una pregunta que ronda mi cabeza desde hace un año, desde que el enemigo invisible, se hizo visible. Siento que todo es una pantalla para distraernos de algo peor, desconfio de los medios, de todos en realidad. Jim Morrison decia "quien controla los medios, controla la mente" esta cuestión no solo pasa con esto, hay muchas mas enfermedades/poblemas mas preocupantes por las cuales morir u enfermar y no tienen la misma repercusión, pero el miedo a lo desconocido y las historias con las partes mal cambiadas, tambien hace un papel importante en la historia. Ya me cansé de mirar mi reflejo, a espera de ver algo distinto. Un par de acordes de guitarra logran distraerme por algunos momentos. A veces, solo miro al techo, rezando para que mi cabeza no explote, que el vacio de mi interior sea incontrolable. Aunque bueno, pasa el tiempo y creo que, es un lugar normal. Estoy sentada en mi habitación, mirando por la ventana, la misma calle vacía y aburrida de siempre. Giro la cabeza y veo a mi hermano entrando a mi habitación.
ResponderBorrar¿Que? Le pregunto de mala gana. El solo responde "todo se termino" y se retira. Al oir esto, comienzo a escuchar risas, aplausos y festejos. Agarro mi campera y salgo corriendo junto con mi padre, a ver que sucedía. Todo el barrio estaba ahí y feliz, no lo puedo creer... ¿se acabo? Sali corriendo a toda velocidad, respirando el aire fresco y sintiendo el sol en mi cara mientras una sonrisa salía de mi rostro, soy libre, somos libres de uno de los tantos enemigos. Digo, uno de los tantos por que no es lo unico que nos acecha, pero al parecer es el unico por el cual nos obligan a detenernos.
Gracias Angelina, tu relato es muy bueno! Refleja, tal vez, algo de tu estado de ánimo, pero el final es muy esperanzador, y eso está muy bien!
Borraresta amaneciendo, las ganas de salir ya son tan grandes que me carcomen y puedo sentir como mis extremidades toman vida y deciden salir en su propia voluntad, me levanto a tomar un poco de agua para tranquilizarme y por u segundo pienso ¿que pasaría si solo salgo por un segundo? no, es una idea fatal, pero tal vez...
ResponderBorrarLo hago no lo hago, al fin lo hice salí así en pijama sin que me importara nada, al abrir la puerta pude sentir el aire fresco de la madrugada, corrí y corrí sin ningún rumbo solo disfrutando de ese momento tan liberador. En ese mismo momento me di cuenta de los que estaba pasando pero ya era demasiado tarde para volver ya lo había hecho, mirando las calles vacías sin un ruido de sociedad, se me erizo la piel y me pregunte ¿como llegamos a esto?. Me levanto exaltada sin haber entendido que fue un sueño y se sintió tan real, lastima que recién empieza.
Muy bien Martina! Me encantó. Gracias por participar y compartir.
BorrarComparto el texto de GUADALUPE CUELLO. Gracias!
ResponderBorrarCorrí como pude. Mi respiración estaba demasiado acelerada. Es ahí donde me di cuenta que, ciento ochenta kilómetros por hora, no es nada. Solo un suspiro.
La ciudad estaba cegada; no había luz, en ese pedazo de edificios. Desde atrás, solo veía una cosa, una sombra gris apoderándose del espacio. Volví a mirar hacia delante, Berú me dijo que esto podía pasar.
El asfalto esta frio. Mis manos siguen calientes; es más me arden. Pero son la marca de un cobarde; de un maldito egoísta; de un hombre que dejo a su hermana hirviéndose, tostándose en un incendio sin fin. Bueno, ahora pasaron cinco horas, el incendio ya no existe; pero aún me quedaron heridas.
Podría haber sido todo diferente, pero ella me obligó. Lo juro, yo no quería este final.
Una muchacha de pelo rizado, de ojos de búho y color noche eclipsada; me dijo lo siguiente:
- No podemos seguir así; no podés, seguir así.
Solo la miré. En mi mente pensé ¡Estás loca mujer!.
- No voy a permitir que te dejes caer así – continuó, con lágrimas continuas, voz cortada y la punta de la nariz roja- No dejaré que esto llegue a mayores; ya mismo prepararemos las cosas, e iremos juntos a la clínica.
Esa palabra cambió el rumbo de todo. Ella seguía hablando, pero sinceramente, no escuché lo que dijo. Solo oí murmullos, gritos, llantos, y si no me equivoco, una patada a la mesita de vidrio. Obviamente, ya nada de eso existe.
Entré a mi habitación, inhalé la última pizca de polvo blanco que quedaba resguardado en el cajón de madera. No es lo mejor, pero a mí me sirve. No es que sea autodestructivo, es que me cansé de pelear con mis fantasmas las mismas guerras.
Adiós mamá, adiós Lura. Perdón Beru.
Siempre te quise, aunque me abandonaste sin dejarte conocer; no te culpo. Ahora sé, que el cáncer es más que un signo zodiacal; es el infierno que me sacó a mi madre, dos días después de nacer.
Hija no te merezco; y, nunca te merecí. Siendo sincero, solo fuiste el mejor error que cometí en mi vida. Te extrañaré, no lo negaré nunca. Pero, ¿acaso tenemos algún recuerdo juntos? Eso pensé, solo soy ese muchacho que solo cumplirá el rol de hermano mayor. Que sabia que es tu abuela. Igualmente, la verdad nunca es necesariamente la opción más gentil que existe.
Hermana. No tengo palabras para decirte perdón. Solo espero que, si es que existe un cielo, descanses en paz.
No te rocié de aceite sin querer, eso lo tenemos los dos en claro. Pero no tenía opción, a mí no me encierran con adictos. Yo soy libre; aunque ahora, soy preso de tu muerte.